What aren't we likely to
lose in life?
Since we are born, we are
likely to lose everything, but when we are infants we are less likely to lose the
things around us, maybe because our immature minds are not easy to get attached
to anything as strongly as an adult can.
But once we grow and see
how things around us come and go, then we become vulnerable to losing
everything, because our selfishness and our desire to keep things on our side
makes us lose them. Sometimes we take those fears of losing a partner, a friend
or acquaintance to a point that can lead us to insanity.
That fear that controls us
and makes us even more selfish for having it all, is the same energy that
causes us to lose that very thing we want. The more we have that person we love
at our side, the bigger the chance to lose them, because we do not realize all
the bad attitudes that we use to try and grasp so strongly those we have at our
side, and we are so afraid to lose.
The more we fear that we
will lose that person that we supposedly think that we love in the sweetest and
most tender way, the more we push away the people that we so strongly want to
have on our side and we fear losing.
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¿Qué no somos propensos a perder en la vida?
Desde que salimos del vientre de nuestras madres somos propensos a perderlo absolutamente todo, pero siendo infantes somos menos propensos a perder cosas que nos rodean, o cosas que podamos obtener ya que nuestras mentes inmaduras no son fáciles de aferrarse a nada.
Pero una vez crecemos y miramos como las cosas a nuestro alrededor vienen y se van, entonces nos volvemos vulnerables a perderlo todo porque nuestro egoísmo y nuestro deseo de mantener las cosas a nuestro lado nos hace perderlas. En ocasiones, llevamos esos miedos de perder a nuestra pareja, amigo o conocido a un punto que nos puede llevar a ser personas homicidas.
El miedo que nos invade en ese momento cuando nos volvemos aún más egoístas por tenerlo todo es la misma energía que provoca que perdamos aquello que con tanto recelo deseamos mantener a nuestro lado. Mientras mas tenemos a esa persona que decimos amar, mas oportunidad de perderla tenemos, ya que no nos damos cuenta de todas las malas actitudes que empleamos para tratar de aguantar a aquellos que tenemos a nuestro lado, y aquello que sentimos y al mismo tiempo tenemos el miedo que en cualquier momento podamos perder.
Cuando más tenemos ese miedo a que perderemos a aquella persona que creemos amar de la manera más dulce y tierna, es cuando más alejamos a esas personas que con recelo deseamos tener a nuestro lado y que tanto tememos perder.
Desde que salimos del vientre de nuestras madres somos propensos a perderlo absolutamente todo, pero siendo infantes somos menos propensos a perder cosas que nos rodean, o cosas que podamos obtener ya que nuestras mentes inmaduras no son fáciles de aferrarse a nada.
Pero una vez crecemos y miramos como las cosas a nuestro alrededor vienen y se van, entonces nos volvemos vulnerables a perderlo todo porque nuestro egoísmo y nuestro deseo de mantener las cosas a nuestro lado nos hace perderlas. En ocasiones, llevamos esos miedos de perder a nuestra pareja, amigo o conocido a un punto que nos puede llevar a ser personas homicidas.
El miedo que nos invade en ese momento cuando nos volvemos aún más egoístas por tenerlo todo es la misma energía que provoca que perdamos aquello que con tanto recelo deseamos mantener a nuestro lado. Mientras mas tenemos a esa persona que decimos amar, mas oportunidad de perderla tenemos, ya que no nos damos cuenta de todas las malas actitudes que empleamos para tratar de aguantar a aquellos que tenemos a nuestro lado, y aquello que sentimos y al mismo tiempo tenemos el miedo que en cualquier momento podamos perder.
Cuando más tenemos ese miedo a que perderemos a aquella persona que creemos amar de la manera más dulce y tierna, es cuando más alejamos a esas personas que con recelo deseamos tener a nuestro lado y que tanto tememos perder.
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